Depuración estructural

“El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma” Bertolt Brench

La obra de Rafa de Corral (Bilbao, 1967) ha evolucionado desde un panorama de edificaciones organizadas hacia una depuración arquitectónica, donde lo lineal cobra su máximo sentido. 

Las estructuras razonadas de sus trabajos, que nos recuerdan a las obras de Mies van de Rohe, de la escuela de La Bauhaus, o a las arquitecturas de Le Corbusier, unen racionalismo, figuración y abstracción. 

La depuración formal, arquitectónica y pictórica del trabajo actual de Rafa de Corral proyecta una síntesis que une lo geométrico al ilusionismo pictórico. Realiza una perfecta unión entre lo onírico y lo real, lo íntimo con lo personal.

      

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En sus exuberantes escenas de arquitecturas geométricas, el color recalca su maestría. Los cielos brumosos, los contrastes entre las luces y las tinieblas y la intensidad de su color, nos guían al aspecto más íntimo del autor. 

Se nos presenta un juego de sensaciones, donde la experiencia visual del espectador y la propia experiencia de Rafa de Corral, se unen en sus estructuras dramáticas, dondeno solo la contemplación conduce hacia lo más íntimo del artista. 

Un ejemplo de ello son los títulos de sus obras, que esconden historias y sensaciones, dejando la puerta abierta al espectador para profundizar en el interior y en el estado emocional del propio  autor. 

Su trabajo actual se sigue sosteniendo sobre unas bases que han sido constantes a lo largo de toda su trayectoria artística. Rafa de Corral trabaja arduamente sus obras, realizando estudios previos sobre ellas, analizando cada detalle y manteniendo la arquitectura como tema primigenio. La ubicación de las escenas en un espacio atemporal, la sensación de inmensidad y el estudiado control de las formas,  también forman parte de dichas bases que tanto caracterizan al artista. 

Rafa de Corral atraviesa actualmente una etapa de madurez artística, donde une lo posible con lo imposible y la realidad con la ficción, donde el vacío se expresa en su máximo exponente.